
Más allá de los badenes
En la búsqueda de soluciones para mejorar la seguridad vial y la calidad de vida en los entornos urbanos, el enfoque tradicional de instalar badenes como medida de calmado de tráfico está evolucionando hacia un modelo que mejora también la ciudad desde la perspectiva del peatón. Para ello, el urbanismo se alza como una estrategia innovadora que va más allá de las soluciones tradicionales, consiguiendo el calmado de tráfico de forma prácticamente imperceptible para el conductor.
Sin embargo, a pesar de la eficacia demostrada de estas medidas en entornos urbanos, es crucial considerar el papel del transporte público en los centros de las ciudades, y siempre es necesario evaluar todas las rutas de los autobuses para evitar conflictos en los giros y asegurar el paso de los vehículos pesados, además de considerar zonas de carga y descarga u otros puntos generadores de vehículos pesados.
ESTRECHAMIENTO DE CARRIL
Una de las estrategias más conocidas para reducir velocidades y promover la seguridad en áreas urbanas es el estrechamiento de los carriles. Al limitar el espacio para el tráfico, se incentiva la precaución de los conductores y se minimizan los accidentes. Este enfoque también ofrece oportunidades para mejorar la calidad del entorno urbano, destinando el espacio adicional a aceras más amplias, instalaciones para bicicletas y proyectos ecológicos. Esta medida, bien implementada, crea calles más seguras y eficientes, beneficiando a los usuarios del entorno.

MODIFICACIÓN DE RADIOS
Esta medida disminuye el espacio disponible para que los vehículos realicen giros a alta velocidad, lo que promueve una conducción más cuidadosa y consciente. Los conductores se ven obligados a reducir su velocidad antes de la intersección, mejorando el tiempo de reacción en caso de situaciones inesperadas.

PINCHPOINT
Un "pinchpoint" o "punto de pellizco" es otra técnica que consiste en estrechar una calle en un punto específico mediante la utilización de elementos como estacionamiento alterno, extensiones de bordillo o islas de borde.

CHICANES Y LANE SHIFTS
Las chicanes consisten en una serie de obstáculos o curvas en forma de "S" que se instalan a lo largo de la vía, alternando el lado de la calle en el que se encuentran. Estos obstáculos pueden estar formados por elementos como extensiones de bordillo, islas de borde, o incluso vehículos estacionados.

GLORIETAS
Al obligar a los conductores a reducir la velocidad y ceder el paso a quienes ya están circulando en la rotonda, proporcionan un ambiente más calmado y controlado en comparación con las intersecciones tradicionales. Esto minimiza la posibilidad de colisiones, las velocidades medias de la vía y fomenta una conducción más atenta y consciente.

CAMBIO DE PAVIMENTO
Cuando se utiliza un pavimento diferente en una zona específica de la calle, se crea una sensación perceptible para los conductores. Por ejemplo, se puede cambiar de asfalto a adoquines o pavimento rugoso. Esto actúa como una señal subconsciente para que los conductores reduzcan su velocidad, ya que perciben un cambio en la textura y el sonido de los neumáticos.

DIVERTERS
Los "diverters" o dispositivos de redirección son una herramienta efectiva para calmar el tráfico en áreas urbanas. Estos elementos se utilizan estratégicamente para modificar el flujo de tráfico, desalentando la circulación de vehículos en ciertas direcciones o restringiendo el acceso a ciertas calles. Esto tiene varios efectos beneficiosos para el tráfico urbano, como la reducción de la velocidad, la priorización del espacio peatonal y ciclista, y el fomento de rutas alternativas que reconduzcan a los vehículos hacia zonas menos congestionadas.

CALLES COMPARTIDAS
Las calles compartidas son una estrategia efectiva para calmar el tráfico y mejorar la seguridad en entornos urbanos. En ellas, la presencia de otros usuarios de la vía, como peatones y ciclistas, incentiva a los conductores a reducir la velocidad.

Además de estas medidas, las cuales modifican de forma permanente la configuración de una vía, hay otras estrategias que utilizan únicamente pintura con el fin de reducir la velocidad de los vehículos, generando una ilusión óptica que influye en el comportamiento de los conductores a través de la percepción visual.
Una técnica común es la creación de patrones visuales en el pavimento que, si bien son simplemente pintura, crean la ilusión de obstáculos o estrechamientos en la vía. Estos elementos visuales provocan una reacción psicológica en los conductores, induciéndolos a reducir su velocidad de manera natural, sin requerir cambios físicos en la estructura de la carretera.
En conclusión, numerosos estudios a nivel global han demostrado que planificar las ciudades de manera inteligente puede realmente hacer que nuestras calles sean más seguras. La combinación de cambios permanentes y trucos visuales temporales se convierte en una forma completa de mejorar la seguridad en las carreteras de forma creativa, haciéndolo prácticamente imperceptible para el conductor y mejorando, a su vez, la percepción del peatón.