Las diferentes naciones que componen nuestro planeta han ido modificando sus límites administrativos, así como sus capitales, a lo largo de la historia en múltiples ocasiones; siendo realmente notable durante la segunda mitad del siglo XX, en países como Turquía, Kazajistán, Pakistán, Tanzania o Nigeria.
Dichas modificaciones suelen responder a múltiples causas, históricamente vinculadas a estrategias defensivas y/o puramente geométricas, en busca del centro del territorio. Nuestra historia más reciente desvela que dichos cambios se ven promovidos por razones más bien políticas o decisiones personales, siendo esta última la causa principal del traslado de la sede del gobierno desde Yakarta a la Isla de Borneo, declarando la ciudad de reciente creación Nusantara como la nueva capital de Indonesia.
Panorámica de Yakarta, capital de Indonesia desde 1945 a 2024.
Indonesia es una república con un sistema presidencial, siendo un estado unitario, en el que el poder se concentra en el gobierno central; el máximo órgano representativo es la Asamblea Consultiva del Pueblo (MPR), quien a su vez desempeña el cargo del Poder Legislativo. Su contexto geopolítico actual deriva de la clara multidiversidad del país, en el que conviven diferentes etnias y religiones, destacando una población en su mayoría de origen malayo y musulmana. Sin duda en la actualidad resulta más que llamativo el traslado de la capitalidad de una gran nación como Indonesia, cuya población es prácticamente seis veces mayor que la de España, pero quizás por ese motivo se haya visto obligada a descentralizar Yakarta como polo de desarrollo, como muestra de un intento por mejorar las condiciones medioambientales y sociales a las que se enfrenta el país.
Por ello Nusantara, se concibe como una ciudad moderna y ecológica, diseñada para abordar los urgentes problemas de Yakarta, incluida la amenaza de que un tercio de la ciudad actual pueda quedar sumergida en los próximos 50 años debido a la extracción incontrolada de aguas subterráneas y el aumento inevitable del nivel del mar causado por el cambio climático. Por otro lado, este proyecto enfrenta críticas sociales ante la invasión de un territorio habitado por comunidades indígenas y de gran riqueza ecológica, que se ve amenazado ante una imparable expropiación del suelo; ante ello sus promotores garantizan una nueva ciudad verde, abundante en bosques y parques, impulsada por energías renovables y con una gestión inteligente de residuos.
Infografía del futuro aspecto de Nusantara rodeada por el bosque tropical de Borneo. Cortesía de la Nusantara National Capital Authority.
Al mismo tiempo, no parece estar previsto una alteración o reducción de tamaño en la actual ciudad de Yakarta, sin un plan de reubicación de la población ni mejoras en términos urbanísticos y ambientales; por lo que puramente se trata de una nueva creación, en la que sí se contempla la reubicación del personal funcionario ligado al actual gobierno, cerca de un millón de personas.
En línea a la mencionado, debemos tener presente que Indonesia se posiciona como uno de los países con mayor índice de contaminación del sudeste asiático, y el tercero a nivel mundial. En parte, por su crecimiento exponencial y constate de la población, a lo que se suma la falta de medidas más restrictivas ante la destrucción de los ecosistemas naturales por parte de las explotaciones madereras. Es por ello que independientemente a las medidas adoptadas en esta ciudad de nueva creación, el problema persiste, para la lo que el Consejo Nacional sobre el Cambio Climático (DNPI) ha elaborado un informe incidiendo en el control de la tala y degradación de los bosques y turberas; con todo ello se podría evitar el lanzamiento de algo más de mil millones de toneladas de CO2 a lo largo de dos décadas.
Ceremonia del Día de la Independencia celebrada por primera vez en Nusantara el pasado 17 de agosto de 2024.
Indudablemente todo ello supone un gran desafío que presenciaremos en más de una ocasión durante los próximos años, siempre respondiendo a motivaciones derivadas de la interacción del ser humano con el territorio, es decir razones puramente geopolíticas, en busca del equilibrio y la utopía de un ideal peligroso.
Bibliografía:
Otto, C. (2024). Nusantara (Indonesia) y Nueva Capital Administrativa (Egipto): Crecer desde cero en el siglo XXI. Cercha: revista de los aparejadores y arquitectos técnicos, 80-83.
Santayana, J. R. P. (2020). Geopolítica de Asia, el nuevo centro de gravedad del mundo. In Panorama Estratégico 2020 (pp. 131-180). Instituto Español de Estudios Estratégicos.
Muñoz, M. (2008). Cambio Climático y la cumbre de Bali. Ecología política, (35), 19-21.