La movilidad ha sido tradicionalmente descrita como la capacidad de los derechos de las personas de viajar en un espacio usando medios naturales o mecánicos.
Es una necesidad de la población. Los ciudadanos realizan sus actividades cotidianas (trabajar, estudiar, ocio…) en diferentes lugares de la ciudad, y para satisfacer estas necesidades requieren de un sistema de transporte y movilidad para darles apoyo lo más eficientemente posible.
La “calle” dejó de ser un área social y de encuentro en la ciudad para pasar a ser una infraestructura para los vehículos. Este aumento de vehículos es preocupante en las grandes áreas urbanas y zonas de influencia, donde el suelo es un bien escaso y el transporte privado es el que más suelo ocupa – quince veces más que un ciclista y veinte veces más que un peatón o pasajero de autobús.
Muchas ciudades en el mundo están apostando por una mejor calidad en el transporte público fomentando el uso del transporte no motorizado, para ellos, están implementando políticas de movilidad, desde un punto de vista energético, medio ambiental y de calidad para la vida urbana, garantizando satisfacer las necesidades del presente sin hipotecar a las futuras generaciones.
Estas medidas pretenden recuperar el espacio urbano de las ciudades para las personas, asegurándose su movilidad con el objetivo de favorecer las interacciones sociales y económicas.
Plan de movilidad sostenible, ¿qué es?
Por definición, un Plan de Movilidad Sostenible es un conjunto de actuaciones o directrices que tienen como objetivo la implantación de acciones correctivas en la ordenación y urbanización y en las formas más sostenibles de viaje (a pie, en bicicleta o en transporte público), dentro de un área limitada. Es decir, la implantación de medios de transporte que consigan hacer compatibles el crecimiento económico, la cohesión social y la protección del medio ambiente, garantizando de esta forma, una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
Los principios que orienta un Plan de Movilidad Sostenible y que marcan los objetivos que determinan el modelo de movilidad deseado para el futuro son los siguientes:
- Sostenibilidad (Su definición se asumió en el Principio 3º de la Declaración de Río (1992)) [1]
- Accesibilidad Universal
- Equidad
- Calidad de vida y salud
- Eficiencia
- Seguridad vial
Para llevar a cabo un Plan de Movilidad Sostenible se deben de seguir unas líneas de trabajo, como lo son:
- Peatón: Convertir al peatón en el principal protagonista de la movilidad en la ciudad. Mejorar las condiciones de los peatones de forma general en la ciudad, y de forma prioritaria en las vías de los barrios de la ciudad donde haya una mayor presencia de peatones y alrededor de los grandes atractivos, como: escuelas, centros comerciales, hospitales…
- Transporte no motorizado: Fomentar otros medios de transporte alternativos, como la bicicleta, para los desplazamientos de proximidad (3-5 km). Estableciendo espacios para la circulación y para el estacionamiento.
- Transporte público: Fomentar la utilización del transporte público. Simplificar la red de transporte público para hacerla más racional y entendible para los usuarios. Detectar la mayor demanda de transporte público y analizar la viabilidad de los sistemas.
- Transporte privado motorizado: Proponer un nuevo esquema circulatorio en la ciudad que priorice los sentidos únicos, para minimizar los puntos de conflicto y destinar el espacio ganado a otros usuarios (peatones, bicicletas, transporte público).
- Cargas: Conseguir una distribución de mercancías ágil y una carga y descarga ordenada.
Metodología de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)
A la hora de realizar un PMUS, se podría dividir este en 4 fases diferentes
- FASE I: Análisis y diagnóstico de la movilidad actual
- FASE II: Visión estratégica
- FASE III: Propuestas de actuación
- FASE IV: Proyecciones y evaluaciones
Fase I: En esta primera fase se realizará una exhaustiva campaña de recogida de información con el fin de poder conocer las pautas de movilidad en la ciudad y la estructura urbana de la misma. Los diferentes pasos a realizar en esta fase se pueden dividir en cuatro sub-fases:
Fase A: Identificación y análisis previos:
- Definición del ámbito territorial del estudio:
- Estructura territorial y urbana
- Información urbanística y legislación
- Recolección de información existente:
- Situación demográfica y socioeconómica: Análisis demográfico, actividad productiva, mercado de trabajo.
- Instalaciones de la ciudad: centros educativos, centros de salud, naves industriales, centros comerciales…
Fase B: Encuestas y trabajos de campo:
- Encuestas y recolecta de información sobre la movilidad. En esta parte se analiza la metodología del trabajo de campo:
- Zonificación
- Encuestas domiciliares
- Encuestas de Origen y Destino
- Análisis sobre el transporte público
- Análisis de los viandantes y el posible crecimiento
- Encuestas a transportistas
- Encuesta de satisfacción de transporte público existente
- Aforos en las principales vías para conocer el número de vehículos que las transitan
- Videos de recorridos
Fase C: Análisis exhaustivo de los trabajos de campo
Fase D: Diagnóstico de la problemática existente
Los datos anteriores se contrastarán con las autoridades de la ciudad o municipios estudiados para elaborar un documento de diagnóstico de la situación actual de la movilidad. Para poder realizar bien el diagnóstico será necesario procesar y organizar toda la información recogida en la fase con el objetivo de detectar las debilidades, amenazas, fortalezas y puntos fuertes de la movilidad en la ciudad/municipio estudiado.
Es imprescindible contar con el apoyo de un Sistema de Información Geográfica (GIS) que estructure toda la información obtenida. Esta herramienta permite conocer los patrones de movilidad, que posteriormente se introducirán en el modelo de tránsito y transporte que se creará para analizar y ampliar todas las futuras matrices origen/destino.
Fase II: El objetivo principal del plan de movilidad es reforzar la presencia de los modos de desplazamientos más eficientes desde el punto de vista energético y menos contaminante, promoviendo activamente una reducción del uso del automóvil. Para lograr este objetivo se tiene que actuar en los siguientes ámbitos:
- Vías para peatones y transporte no motorizado
- Transporte público interurbano
- Estacionamiento
- Gestión de la movilidad
La interacción entre las diferentes variables que intervienen en el complejo fenómeno de la movilidad es evidente. Con el objetivo de evaluar convenientemente el efecto de las diferentes medidas y propuestas de actuación que se derivan del Plan de Movilidad, será necesario previamente definir los diferentes escenarios de movilidad que se deberán incluir.
Un escenario de movilidad se define por la evaluación de un número determinado de variables con respecto a la situación de partida. Estas variables pueden ser temporales (escenarios de corto, mediano y largo plazo) por ejemplo; variables socioeconómicas (evolución de la población, el empleo, etc.); variables territoriales (desarrollo urbanístico, etc.), …
El conjunto de situaciones temporales, de desarrollo urbano, de oferta de infraestructura, etc. constituyen la matriz de escenarios, de la que se deben escoger algunos casos para ser estudiados.
Los escenarios a considerar:
- “Do nothing”, escenario famoso que determina el desarrollo esperado de los parámetros de movilidad de la ciudad/municipio si no se actúa de ningún modo.
- Escenario a corto plazo, dos años después de la aprobación del Plan de Movilidad.
- Escenario a medio plazo, entre dos y cuatro años desde la aprobación.
- Escenario a largo plazo, entre cuatro y ocho años de la aprobación del Plan.
En estos diferentes escenarios se considerará la evaluación del plan general, tanto en las variables territoriales y socioeconómicas, en un horizonte de mediano plazo. Este escenario incluirá aquellas actuaciones en infraestructuras previstas, tanto por parte de la comunidad autónoma donde se encuentre esta ciudad/municipio como del ayuntamiento. También se incluirán las variables de las actuaciones que se deriven del propio Plan de Movilidad.
En resumen, en esta fase de visión estratégica se llevará a cabo el diagnóstico de movilidad, definiendo los escenarios temporales y los objetivos principales.
Fase III: Todas las propuestas hechas se harán a través de programas de simulación, es decir, serán modelados con escenarios futuros y se comprobará que las propuestas están perfectamente integradas en el sistema urbano de la ciudad/municipio. Todo eso, observando las reglas y respetando las directrices de una movilidad sostenible.
FASE IV: Proyección de las variables económicas y sociales para la movilidad en el futuro. Establecer indicadores de seguimiento para verificar que la implementación del plan de movilidad de los resultados esperados.
Como comentó anteriormente Khalid Bougalim en su artículo “La participación ciudadana en los procesos de planificación” es esencial, tanto en las investigaciones y estudios (por ejemplo, para conocer los movimientos y rutas de los ciudadanos para hacer matrices OD), como para conocer sus puntos de vista sobre la movilidad antes de las propuestas, y sus opiniones sobre los escenarios propuestos para el futuro.
Referencias:
¿Coche, autobús o bicicleta? Disponible en:https://www.microsiervos.com/archivo/ecologia/coche-bus-bicicleta.html
Division de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. (n.d.). Disponible en: http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/riodeclaration.htm